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La resonancia magnética (IRM) de la columna utiliza ondas de radio, un campo magnético y una computadora. Crea imágenes claras y detalladas de la columna y los tejidos circundantes. La resonancia magnética no usa radiación y puede requerir una inyección de material de contraste de gadolinio.

La resonancia magnética se utiliza para evaluar o detectar:

• Anatomía y alineación de la columna.
• Defectos congénitos en las vértebras o la médula espinal.
• Lesión por trauma en el hueso, disco, ligamento o médula espinal.
• Enfermedad de disco y articulaciones. Ambas son causas frecuentes de dolor lumbar intenso y ciática (dolor de espalda que se irradia hacia la parte inferior de la pierna).
• Compresión o inflamación de la médula espinal y los nervios.
• Infección de las vértebras, los discos, la médula espinal o sus cubiertas (meninges).
• Tumores en las vértebras, la médula espinal, los nervios o los tejidos blandos circundantes.
• La resonancia magnética de la columna también se utiliza para ayudar a planificar procedimientos como la descompresión de un nervio pinzado, la fusión espinal o las inyecciones de esteroides. Las inyecciones de esteroides alivian el dolor y generalmente se realizan con guía de rayos X.
• La resonancia magnética de la columna detecta otras posibles causas de dolor de espalda, como fracturas por compresión e hinchazón de los huesos. También se usa para monitorear cambios en la columna después de una operación, como cicatrices o infecciones.