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La resonancia magnética (IRM) utiliza un campo magnético, ondas de radio y una computadora para crear cortes de imágenes detalladas (secciones transversales) de las diversas partes de la pierna, el pie, el tobillo y la rodilla, así como los diferentes tipos de tejido, como cartílago, ligamentos, tendones y menisco (amortiguadores en la articulación de la rodilla).

Su médico puede recomendar una resonancia magnética de cualquiera de las extremidades inferiores al examinar:

• Articulaciones principales del cuerpo (cadera, rodilla, tobillo y pie)
• Columna vertebral para la enfermedad del disco
• Tejidos blandos de las extremidades (músculos y huesos).

Las imágenes por resonancia magnética se suelen realizar para diagnosticar o evaluar:

• Trastornos degenerativos de las articulaciones como artritis y desgarros de menisco (rodilla) o desgarros del labrum (hombro y cadera)
• Fracturas (en pacientes seleccionados)
• Anomalías articulares debidas a traumatismos (como desgarros de ligamentos y tendones)
• Anomalías del disco espinal (como una hernia de disco)
• La integridad de la médula espinal después de un trauma.
• Lesiones relacionadas con el deporte y trastornos relacionados con el trabajo causados por esfuerzos repetidos, vibraciones o impactos fuertes.
• Infecciones (como osteomielitis)
• Tumores (tumores primarios y metástasis) que involucran huesos y articulaciones
• Dolor, hinchazón o sangrado en los tejidos dentro y alrededor de las articulaciones y extremidades.